Metro de Santiago instaló pasamanos de cobre como una medida sanitaria con el objetivo de proteger a los usuarios de enfermedades, dado que ese metal inhibe la multiplicación de gérmenes.

Esta iniciativa fue posible gracias a una alianza entre el tren subterráneo y Codelco, donde la empresa cuprífera aporta la aleación de cobre bactericida y Metro asume los costos de fabricación e instalación.

“Nos sentimos orgullosos de incorporar en nuestras construcciones un material  tan importante en la vida de todos los chilenos, potenciando así el conocimiento de su uso ornamental pero, mejor aún, destacando sus cualidades antimicrobianas que contribuirán a la salud  de los miles de personas que nos prefieren día a día”, aseguró Raphael Bergoeing.